lunes, 10 de agosto de 2015

MI PRIMERA ENTRADA... Su llegada al mundo

Desde marzo de este año (2015) he estado pensando sobre esto, escribí más de cuatro posibles entradas y ninguna me convencía... Quizás por no querer comenzar este blog hablando sobre cosas que ya muchas (os) de ustedes conocen, pero desde mayo, específicamente el 25, mi vida dio un giro tan grande que lo tuve claro, quiero comenzar hablando sobre EL PARTO, y no porque yo sea una experta, que va!!! Sino porque existen tantas y tantas experiencias que me parece la mejor manera de arrancar este, mi pequeño proyecto de interacción con ustedes, mis compañeras (os) de lectura.

Entonces, aquí vamos... Su llegada al mundo!

¿ Con dolor o sin dolor?

Tras un embarazo realmente bueno (muy pocas nauseas y malestares), a partir del mes 8, comencé a "planificar" mentalmente mi parto; es importante que sepan, quienes no lo saben, que yo vivo en España y que aquí el parto es eso, el parto. Digo esto, porque de donde vengo (Venezuela) la posibilidad de traer al mundo a tu hijo a través de una cirugía (cesárea) es más decisión de la madre que del médico (en la mayoría de los casos, no en todos), pero aquí, como me dijo la matrona (quien te orienta durante el embarazo y luego te asiste en el parto) "mi niña aquí o pares o pares". Yo estaba encantada con la idea, siempre soñé con parir a mi bebé de la manera más natural posible, basado en eso cuando empecé a idear mi parto, lo primero que dije fue: NO QUIERO ANESTESIA.

El primero en reaccionar fue mi esposo diciendo "Estás loca!!" jajajajaja, la verdad es que lo estaba, pero basaba mi locura en algo sensato, había leído mucho sobre los riesgos de la epidural y no era algo que me emocionara en particular, además, siempre he pensado que las mujeres fuimos diseñadas especialmente capaces para eso, para parir.

Pues bien, asistí durante todo mi embarazo a clases de maternidad, en ellas me explicaron (de forma muy muy muy muy muy básica) lo que sería mi parto, siempre dejando colar el "todos los partos son diferentes" y vaya que si... En fin, aprendí a pujar, a respirar y "manejar" el dolor, teóricamente.

Finalmente llegó mi FPP (Fecha Posible de Parto) 17-05-2015, había llegado a las 40 semanas de gestación y no sentía ni cosquillas. Confieso que a partir de ese día hice todo lo que pude para provocarme el parto, pues siempre me dio algo de miedo llegar a las 42 semanas de gestación, sentía que mi hija iba a llegar al mundo hablando de tanto gestarse... Pero nada hizo efecto, aparentemente.

Los dolores comenzaron el domingo 24-05-2015 a las 2:00 am, tuve que levantarme de la cama, pero decidí esperar un poco para ver si continuaban y no alertar sin razón a mi mamá y mi esposo, que estaban conmigo en casa. Pasé el resto de la noche así, me balanceaba de un lado a otro para aliviar la presión que sentía en las caderas, era bastante doloroso, pero podía aguantar. Transcurrieron varias horas antes de que decidiéramos ir al hospital para ver si por fin llegaría nuestra princesa, pero que va! Tras una revisión, la matrona de turno me devolvió a casa pues no había dilatado nada.

El dolor no daba tregua, todo el día fue una pequeña tortura, pero debía aguantar... El lunes 25 asistimos a mi cita de control (vale acotar que ya era mi semana 41 con 1 día) y mi sorpresa fue que tras la revisión de la matrona de turno AUN NO HABÍA DILATADO y ya llevaba muchas horas con dolores; lo que sucedía era que mi bebé ya estaba lista para salir, pero por alguna extraña razón, mi cuerpo no dilataba, y fue entonces cuando decidieron practicarme "la maniobra de Hamilton" que consiste en, mediante una exploración vaginal, introducir un dedo por dentro del orificio del cuello del útero, llegando hasta su interior y girándolo a fin de despegar las membranas de la bolsa amniótica de la base del útero, esto suponía que se aceleraría mi dilatación y por ende, el parto. La matrona me practicó la maniobra a la 1:00 pm aproximadamente, diciendo: "es probable que en un rato tengas que regresar por emergencias para parir", a lo que respondí "Ojalá". Debo confesar que lo que sentí en ese momento ha sido, hasta ahora, el peor de todos los dolores que he sentido, pero aún así regresamos a casa, pasaron 4 horas cuando ya el dolor era bastante intenso, cada contracción aparecía en un período de 4 minutos... ERA LA HORA!!!!!

Llegamos al hospital y de inmediato me ingresaron a paritorio, recuerdo particularmente haber visto mi hora de entrada y eran las 5:00 pm, cada cierto tiempo aparecía mi matrona asignada, Alejandra se llamaba la mujer que me ayudaría a traer a mi hija al mundo, una sevillana espectacular que en cada tacto me decía "vas bien shica, vas bien" y si, sonaba así "shica" con s. Habían transcurrido 3 horas y yo, ya en paritorio, solo tenía 1 de dilatación... Fue entonces cuando toda mi planificación sobre el dolor se venía abajo, ya no aguantaba más, decidí pedir la epidural... Pero, para mi sorpresa, me dijeron que debía esperar a dilatar al menos 3, era tanto el agotamiento que le pedí a mi esposo que arreglara todo en el hospital para que me practicaran una cesárea, imagínense!!!!!!! A lo que, por supuesto, las matronas respondieron prácticamente con carcajadas...

Ya eran las 10:00 pm y empecé a sentir algo nuevo, sentía como ganas de ir al baño, por lo que le pedí a mi matrona que me llevara, a lo que respondió: "vale, en lo que regrese te llevo" y se fue!! Yo no lo podía creer, sentía muchísimas ganas de ir al baño y ella me dejaba ahí en la cama; tardó 5 minutos y cuando la veo, venía ya vestida de verde y acompañada de muchas personas vestidas igual que ella, me asombré un poco y entonces me dijo: "mi niña, que vas a parí", así como se lee. Unos minutos antes, mi esposo había salido a tomarse un café con mi mamá que ya tenía 5 horas esperando afuera y cuando entraron todas esas personas a mi habitación, me subían las piernas y me empezaban a alentar para pujar, entró mi esposo bastante asombrado, le habían llamado en pleno pasillo y tuvo que regresar de prisa, fue entonces cuando empezó mi parto, estaba a minutos de conocer a la niña de mis ojos...

Ya no sentía tanto dolor, o quizá ya me había acostumbrado a el... Pero debía pujar con cada contracción, yo recuerdo haber pujado unas cuatro veces pero mi esposo dice que fueron unas 12 jajajajaja, lo cierto es que lo sentí todo, sentí mi dolor, lo bailé, lo VIVÍ. Y hoy, a casi tres meses de ese maravilloso día, doy gracias a Dios por habérmelo permitido, sentir como su cabecita fue saliendo y después su cuerpecito, FUE INCREÍBLE!!!

Un poco larga mi historia, pero quise compartirla con ustedes, esta fue mi experiencia y sin lugar a dudas volvería a parir de la misma forma, sin anestesia. Pero sin juzgar a quienes optan por suavizar o eliminar el dolor de su proceso de parto, considero que cada parto es verdaderamente diferente y es por ello que me encantaría conocer sus historias, historias de madre!!

Gracias por acompañarme a recordar este día mágico, el día de su llegada, con dolor. Con el mejor
 
dolor que he sentido en mi vida, el día que conocí a el amor de mi vida.


No hay comentarios:

Publicar un comentario